martes, 27 de noviembre de 2012

Resolución de conflictos

A menudo los alumnos han acudido llorando a nosotras, a mi compañera y a mí, y siempre hemos tratado de interesarnos por lo que los pasa, hacer que nos lo cuenten de una manera tranquila. 
Sobre todo durante los recreos se producían muchos de estos problemas en los que hemos tenido que “intervenir”, la mayoría de las veces con una conclusión positiva.

Por ejemplo, un día en la clase de 4 años se encontraban todos los alumnos en la asamblea de pie (no es un espacio muy grande). Dos alumnas se acercaron a mí llorando diciendo que una había pisado a la otra y estaban enfadadas. Decidí “atraparlas” entre mis brazos, juntarlas y moverlas como si estuvieran bailando. 
Las dije que cuando la gente bailaba también se pisaban mucho sin querer, pero nadie se enfada, solo se divertían. Ellas en seguida olvidaron su enfado y comenzaron a bailar, ya sin que yo las guiara, volvieron a reír juntas rápidamente olvidando aquellos que hacía unos minutos las molestaba.

Creo que enseñar a los niños actitudes de respeto y buena convivencia con los comportamientos de los demás  es un aprendizaje más importante que cualquier teoría que se pueda enseñar.




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