Es mi primer día de prácticas y decido empezar por los que son, para mí, los alumnos más difíciles y especiales. Paso la mañana en la clase de 3 años y la experiencia no podía ser mejor.
Al entrar voy conociendo los rincones de juego, sus rutinas, su manera de trabajar y sobre todo, los voy conociendo a ellos y observo las grandes diferencias que se dan entre unos y otros.
Muchos alumnos aún no han cumplido los 3 años y otros están a punto de cumplir los 4 por lo que el nivel que tienen varía mucho. Me parece interesante poder ver como se trabaja esta diversidad.
Además, por primera vez veo como se trabaja el inglés en educación infantil y me sirve para observar cómo se aplican algunos de los aprendizajes que hemos trabajado en la Universidad durante dos años en esta asignatura.
Observo el tiempo que los alumnos tienen para el juego libre, las actividades que realizan, que en la mayoría de los casos buscan su motivación, y compruebo la complicada labor de la profesora para conseguir que casi 30 niños de esa edad presten atención a sus explicaciones y sientan entusiasmo por aprender.
Foto del aula de 3 años
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