Vuelvo a la clase de 4 años con la intención de comprobar si hoy realizan alguna actividad lúdica y que implique la participación directa de los alumnos. El pasado día pude comprobar que pasaban la mayor parte del tiempo realizando fichas individuales, apenas trabajaban en grupos y las actividades no buscaban la motivación del alumnado.
Una jornada en la clase de 4 años sigue las siguientes rutinas.
El primer tiempo es el dedicado al juego libre, como en el resto de cursos de infantil.
El segundo es para el saludo, cada curso canta una canción para saludar y realizan algún "baile". En el caso de esta clase, forman un gran círculo dándose las manos y cantan: "Buenos días saludar, vamos todos a cantar. Bailaremos al compás, antes de irnos a sentar."
Dedican un tiempo a hablar en la asamblea, la profesora suele explicarlos lo que van a hacer durante el día. Ahora, como están dando la letra E dicen nombres de la clase que empiecen por esta letra o la contengan.
El tiempo siguiente le dedican a la realización de fichas que se centran en el lenguaje y matemáticas.
Tienen un tiempo para comer el bocadillo y después vuelven a clase a hacer otra actividad individual.
Salen al recreo junto a los otros dos cursos de educación infantil y al volver, realizan la última ficha que suele ser de expresión plástica.
Puedo observar que, todas las actividades propuestas durante el día tienen un carácter similar y todas ellas están basadas en los libros y cuadernos que los alumnos tienen. Pocas veces las profesoras de infantil emplean materiales diseñados por ellas mismas y considero que sería conveniente hacerlo.
En la universidad, en muchas asignaturas nos han enseñado cómo desarrollar unidades y crear nuestros propios materiales didácticos que se ajusten a las características del aula y es algo que en este centro apenas se lleva a la prácticas.
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